Los Sueños de Quesada
Una de las colecciones de dibujos más conocida de Rafael Zabaleta es la designada "SUEÑOS DE QUESADA".
El nombre es debido a Eugenio D´Ors, que fue quien expuso por primera vez la colección en Barcelona en 1942.
El nutatiógrafo Hofwick.
La ensoñación de una noche bajo la Luna.
Son ejecutados a pincel, utilizando el procedimiento de agua-tinta, esquemáticos y fuertemente contrastados en blanco y negro.
El fantasma geómetra captador de haces de estridencias.
Se trata de una serie de 35 dibujos realizada en los años treinta. Sus tamaños son aproximadamente de 30-35 x 25-30 cm.
La temática es un conjunto de impresiones depositadas en el subconsciente, resultado de visiones de su niñez o de situaciones anímicas posteriores.
El facies-fácilis del bonzo Shigehito.
Su característica es una gran obsesión por la imagen y el mundo surrealista
El ovumascopio de Barrabás, judío maltés.
Camilo José Cela en el año 1.963, editó un maravilloso libro "El Solitario y los Sueños de Quesada", en el que se reproducen una selección de 25 de ellos, con referencia a tres temas: El mundo, el demonio y la carne.
Se hizo una tirada de 299 ejemplares, 25 numerados del I al XXV, cada uno de ellos con el original de uno de los Sueños de Quesada; 250 numerados del 26 al 275 y 24 marcados de la A a la U destinados a los colaboradores.
EL MUNDO
(la guerra, con referencia especial a la primera guerra mundial, y la muerte)
No son dragones, no.
Nómina de los títeres del mundo en guerra.
La máquina de la memoria.
EL DEMONIO
(recuerdo de los inventos modernos y de las experiencias físico-químicas)
El elixúsero del cosaco Pidkova.
Fundamento fenomenológico del praeceptúmetro.
La desesperación indiferente.
LA CARNE
(como evocación atormentada del sexo)
Meditación por la descarnada señora muerte.
El Conde, último depositario del
pegajoso azote del microbio.
El frenesí condicionado.