ZABALETA ANTE LA CRÍTICA
EUGENIO D´ORS
Es una de las personalidades más ricas de la cultura hispánica. Literato y filósofo, académico y periodista, catedrático universitario y crítico de arte, fue un ferviente admirador de la pintura de Zabaleta.
"Ignoro el año en que nació en Quesada, provincia de Jaén, el pintor Rafael Zabaleta. Tal vez un día se escogerá convencionalmente este dato, como principio de la Era en que se consumó una revolución decisiva en la pintura española. ... Lo característico de este pintor es, la brillantez alucinante, la turgente plenitud. Para buscar algún término de comparación tenemos que recurrir a los mosaicos, a San Marcos de Venecia o a San Vitale de Rávenna".
(Entresacado del artículo "Anuncio grandes cosas" de E. d´Ors, publicado en el diario "Arriba" el 14 de enero de 1953).
El campesino y la niña. 81x100.
R. Zabaleta. 1953. Col. particular
CAMILO JOSÉ CELA
Premio Cervantes 1995. Premio Príncipe de Asturias 1987. Premio Nóbel 1989.
“..El pintor -¿no lo habíamos dicho?- se llama Zabaleta, Rafael Zabaleta, y es un hombre que pinta Españas a porrillo, las múltiples y luminosas Españas que sólo caben en las paletas muy amplias y en las cabezas muy bien organizadas. El pintor, nuestro pintor, ha conseguido hacer primitivo su complejo mundo, dar vida nueva a los objetos viejos, inventarse un cielo en el que mirarse, un sol para sentirse humano y una mujer con la que poder fugarse .."
(Entresacado del artículo "Quesada-Madrid-París" de Cela, publicado en el diario "Arriba" el 14 de febrero de 1951).
El campesino y la niña. 81x100.
R. Zabaleta. 1953. Col. particular
GERARDO DIEGO
Premio Cervantes 1979
“Persia y Turquía envidiarían tales lienzos de Zabaleta. Como en Bizancio, ni una pulgada de superficie sin incrustación cromática y figurativa. Pero qué armonía, qué suntuosidad, qué tacto sugerido de alfombras fonjes y de tafetanes de Oriente.”
Si arrojamos una piedra a cierto cuadro se haría añicos en un escándalo de cristales. La luz le llega de adentro, de su cielo interior atravesando sus morados, sus rojos, sus naranjas, y de puro mirarle nos convertimos en burgueses góticos iluminados en caprichosos rombos por la luz catedralicia, arlequines para la santidad.”
(Entresacado del artículo "Los oficios de un pintor" de G. Diego, publicado en el diario "ABC" el 29 de marzo de 1951).
Arrabal de Quesada. 65x81
R. Zabaleta. 1957. Museo Quesada
JOSÉ HIERRO
Premio Cervantes 1998. Premio Príncipe de Asturias 1981.
“.. Sea cual sea la talla que a Zabaleta queramos reconocerle, resulta innegable que palpita, buscando y buscándose, atrayéndonos e intrigándonos con sus creaciones. Es un hombre y un artista de cuerpo entero: es su propia obra la que nos lo prueba... Zabaleta está inventándose un lenguaje actual, poniéndose a la altura de las circunstancias, con algo de campesino que ha de acudir a una fiesta aristocrática y no sabe que debe ponerse para no desentonar. Yo creo que él sentía <
(Entresacado del artículo "Zabaleta" de J. Hierro, publicado en la revista "Bellas Artes" en noviembre de 1975).
Purullena. 97x130.
R. Zabaleta. 1958. Col. particular
LUIS ROSALES
Premio Cervantes 1982
“La técnica de Zabaleta establece distancias imprevistas, y nos enseña, por ejemplo, que una cosa es la madera y otra es la mesa. Su arte separa lo indivisible, y en torno suyo, en torno de la mesa, hay una convergencia popular. Todas las cosas están juntas. Todas las cosas duelen.”
“Su geometría no es un esquema, sino un orden vivificante. Un cierto ruralismo diríase que envejece su geométrica universalidad. Lo popular no puede describirse: se transfiere. No se pinta, se vive, se adentra en nuestra sangre igual que la pintura se adentra en su materia.”
(Entresacado del artículo "Zabaleta en el Museo del Arte Definitivo- Premio Mariano de Cavia" de L. Rosales, publicado en el diario "ABC" el 18 de marzo de 1962)
Calle del Hospital. 65x81.
R. Zabaleta. 1953. Col. particular
MIGUEL DELIBES
Premio Cervantes 1993. Premio Príncipe de Asturias 1982
“Para mí Zabaleta ha sido un de los grandes pintores de este siglo, el mundo rural que Zabaleta levantó con los pinceles es el que me hubiera gustado levantar a mí con la pluma. ..Yo conocí al pintor en la última exposición celebrada por él en la Biblioteca Nacional de Madrid, yo deseaba un cuadro suyo con toda mi alma pero Zabaleta vendía caro, es decir, caro para mí, que no tenía una perra. .. Los temores de Zabaleta a ser eclipsado –devorado- por la pintura de vanguardia ya empieza a verse que carecía de fundamento. El era un grande y como tal pervive y pervivirá.”
(Entresacado del libro "Un año en mi vida" de M. Delibes, Editorial "Destino" en 1972).
Interior del dormitorio. 81x100.
R. Zabaleta. 1955. Col. particular
GABRIEL CELAYA
Premio Nacional de las Letras Españolas 1986
“¿Cómo vería o qué vería Lázaro del mundo cuando volvió de la muerte?. He pensado largamente en esto mientras escribía un poema sobre tal tema, y en último extremo, creo que puedo dar una respuesta muy sencilla: vería, como vio Zabaleta, lo inmediato en su belleza de origen. Vería, como el vio, la realidad sin adornos, desnuda en su elemento, simple y a la vez secreta, reverberante y siempre con el dedo en los labios como invitándonos a más callar, para pensar un poco, y ver más.”
(Entresacado del catálogo Exposición Amigos de Zabaleta "Lo real en Zabaleta" de G. Celaya, junio 1961).
Tres figuras y bodegón. 81x100.
R. Zabaleta. 1949. Col. particular
GUILLERMO SOLANA
Conservador Jefe Museo Thyssen Bornemisza
“El Campesino, uno de los cuadros más famosos de Zabaleta, constituye una especie de síntesis y emblema de esa dedicación. Ante todo, el personaje del cuadro aparece en íntima relación con el campo en el que vive y trabaja. Si en otros paisajes hemos visto las huellas de la anatomía humana, aquí, inversamente, las cualidades de la tierra se proyectan sobre el cuerpo; el rostro y las manos están parcelados como la tierra y ostentan los mismos surcos y la misma rugosidad del paisaje".
“El campesino de Zabaleta, con un gesto de exagerada solemnidad, es también filósofo y hasta sacerdote. Con una mano levanta el vaso y alza la otra mano como para bendecir los alimentos sobre la mesa-altar: jarra y frasca, ajos, pepino, pimiento, queso o pan. La boca entreabierta parece a punto de decir una palabra. Hasta la presentación rígidamente frontal (tan propia de Zabaleta), con su efecto hierático, sugiere la dignidad sagrada de un icono bizantino, o de un Pantócrator románico. Este campesino está celebrando una especie de sacramento: consagra los frutos de la tierra y nos muestra las manos con que los ha producido. Lo que santifica en este ritual es ese hoy, la plenitud del tiempo presente.”
Catálogo Exposición “La Huella del 98 en la pintura española contemporánea”, noviembre 1998. (El Campesino 1957. R. Zabaleta).
El campesino. 81x100 cm
R. Zabaleta. 1957. Col. particular
JOSÉ GARCÍA NIETO
Premio Cervantes 1996. Premio Nacional de Literatura 1951 y 1958.
Esta es la tierra, esta es la luz y es ésta
la habitación cruenta de los hombres;
éste es el sitio exacto de los nombres,
ésta la aceptación y la protesta;
éste el barro que abrazo el agua presta;
éste, el gallo cantor de la mañana;
ésta, la carne rosa y aldeana;
ésta, la puntual hora de la siesta.
Aquí está todo el oro de las mieses,
la luna aquí contándote los meses,
el implacable sol sobre sus lumbres.
El zodíaco desciende a tu paleta,
ángel tú de los trigos, Zabaleta,
dios que creas las mínimas costumbres.
(Poesía "Al pintor Zabaleta" de J. García Nieto, enero de 1976).
Joven sentada. 65x81. 1949
R. Zabaleta. Col. particular
JOSÉ CAMÓN AZNAR
Escritor, catedrático, crítico de arte. Premio Nacional de Literatura 1946,1956 y 1972.
"Este gran pintor, malogrado por la muerte, es uno de los que más sustancialmente sienten el misterio de nuestras tierras bravías. .. Algo más que unos colores ardientes debe Zabaleta a su época, y es la posibilidad de abstracción al segmentar en trazos vivos las formas. Cada ser se esquematiza en sus líneas esenciales, en sus colores concentrados y fulgúreos. Son sus cuadros la síntesis de una Andalucía serrana, presentada en sus tonos más ardorosos y poéticos".
(Entresacado del artículo "Rafael Zabaleta" de J. Camón Aznar del libro "XXV años de Arte Español" Publicaciones españolas 1964).
El velador. 67x98.
R. Zabaleta 1945. C. particular
ENRIQUE TIERNO GALVÁN
Alcalde de Madrid
“Un gran artista, en este caso un gran pintor, convierte a su obra en un manantial de preguntas que se refieren a lo más profundo y lejano. Qué es el arte, que significa la originalidad en la obra de arte y cuáles son en cada caso los elementos que desperezan la tradición y la incorporan a nuevos impulsos fecundadores. Quisiera, como ejemplo, en estas brevísimas acotaciones a la obra de Zabaleta, referirme de modo directo y casi exclusivo a un aspecto que he visto poco subrayado en cuanto a su admirable obra se refiere: el lirismo.
A mi juicio, Zabaleta es un pintor lírico, uno de los pocos pintores de los que se puede decir con certidumbre que lo que predomina en su obra es el sentido lírico de su obra. Los paisajes, los tipos rurales, incluyendo a los campesinos de cara casi deforme, en la que se yuxtaponen líneas y colores para construir el significado que asocia la pobreza, la intemperie y la ingenuidad, se resuelven en una red de sosiegos y confianzas que expresan el sentimiento de la confianza en la luz, el color y, en cierto modo, la incorporeidad.”
Rafael Zabaleta Homenaje, Libro Diputación General de Jaén 75º aniversario (Un pintor con conciencia lírica).
Campesinos 81x100 cm.
R. Zabaleta 1952. C. particular
JOSÉ LUIS LÓPEZ ARANGUREN
Premio Príncipe de Asturias 1995, premio Nacional de las Letras (ensayo) 1989
“Junto al recuerdo de la memoria, conservo de él dos recuerdos pictóricos, un óleo y un dibujo a tinta que me regaló posteriormente, con ocasión de un “homenaje”... lo verdaderamente importante de la obra es la invención y construcción del espacio pictórico: se pinta una silla con los objetos que hay sobre su asiento, del lado de acá de ella y el paisaje del lado de allá. ¿Es esto metáfora de una vida situada, como la silla, entre la casa y el campo, el interior y el aire libre?. El cuadro le ofrece como una “señal”: el ojo romboidal que, hacia el centro del respaldo –y del cuadro mismo- forman sus traveseros, ojo por el que se ve, se sigue viendo, el paisaje al fondo...
Eugenio D’Ors escribió de Zabaleta que supo “incorporar a un refinado pintar de artista, las robustas y substanciosas virtudes artesanas de un pintor de paredes”. A la vista de de sus importantes cuadros- puede agregarse que lo hizo incorporando a su repertorio las “robustas y substanciosas virtudes” campesinas de unas nada andalucistas, sí muy picasianas, “escenas andaluzas”. Rafael Zabaleta hace años que se nos fue. Pero más fácilmente que con él en vida, podamos seguir hablando con él, como yo he intentado aquí, a través de la presencia viva de su obra.”
Rafael Zabaleta Homenaje, Libro Diputación General de Jaén 75º aniversario (Recuerdo de Rafael Zabaleta y presencia de su pintura)
Bodegón con cerámicas y flores. 51x65 cm.
R. Zabaleta 1947. Col. particular